Existen muchos prejuicios en relación a un tema tan importante como es adelgazar. Y no solo en lo que se refiere a estética sino también a la salud.
Las dietas de adelgazamiento han traído consigo una serie de errores, mitos e incluso leyendas urbanas, algunas de ellas bastante arraigadas entre la población. A continuación me gustaría citar algunas de ellas y dar una pequeña explicación.
- Cuanto más deporte hago, más engordo
Lógicamente si se ingiere más calorías de las que has gastado haciendo ejercicio, claro que se engorda. Habitualmente el ejercicio abre el apetito sobre todo en personas no acostumbradas a practicarlo.
- Siempre elijo productos light para perder peso
Error. Es preferible evitarlos a la hora de perder peso porque suele ser la versión menos calórica de los productos que más engordan (galletas, helado, mantequilla, mermelada, etc.)
Es un error muy común sobrepasarse con productos light pensando que no engordan y, en esos casos, la persona acaba consumiendo más calorías que si hubiera elegido la versión tradicional.
- Nunca ceno y, a veces, no desayuno
Error. Saltarse las comidas es la manera más rápida de engordar porque esto provoca la ingesta compulsiva de alimentos (además de los más calóricos).
Hay que hacer cinco comidas diarias, tres completas y dos tentempiés.
El organismo activa un mecanismo de defensa al saltarse comidas. Consiste en acumular reservas de grasas.
Seguir una dieta baja en calorías no se puede sostener en el tiempo, por lo que lleva a recuperar el peso perdido.
- Las dietas me ponen de mal humor
Para adelgazar no hace falta pasar hambre. La comida variada y la práctica de ejercicio regular son un seguro para mantener la vitalidad y la energía mientras dura el régimen.
- El agua en la comida engorda.
Falso. El agua no aporta calorías, por lo que no engorda. Es preferible (si se está a dieta) tomar el agua antes de las comidas porque produce saciedad y así se ingieren menos alimentos. También es cierto que si se bebe gran cantidad de agua, la digestión se realiza más lentamente como consecuencia de la dilución de los jugos gástricos.
Cuando se sigue una dieta baja en calorías, se recomienda aumentar el consumo de agua por tres motivos: porque aumenta la sensación de saciedad, porque aumenta el tránsito intestinal y porque disminuye la densidad de la orina, evitando la cristalización de solutos y la formación de cálculos renales.
- La fruta engorda tomada tras la comida
Falso. Una pieza de fruta aporta las mismas calorías, se tome antes o después de las comidas. Si se come antes, produce saciedad por su aporte de agua y fibra, evitando una ingesta posterior.
El orden en que se consuman los alimentos no importa, si la cantidad de calorías es la misma.
- Las vitaminas engordan
Falso. No aportan calorías, por lo que no engordan; tampoco los minerales.
- Las dietas bajas en hidratos y altas en proteínas son las mejores para bajar de peso
Falso. Para adelgazar, se recomienda llevar un plan de dieta equilibrada donde se incluyan todos los alimentos. No hay que creer en las dietas milagro.
- Los hidratos de carbono y las proteínas no pueden tomarse juntos en la misma comida
Falso. Muchos alimentos son una mezcla de hidratos de carbono, proteínas y grasas, por lo que resulta absurdo separar unos alimentos de otros cuando su propia composición es una mezcla compleja. El aparato digestivo del ser humano está especializado para realizar la digestión de la más variada mezcla de los alimentos. Muy típico de los que proponen dietas disociadas.
- El aceite crudo no engorda
Falso. El calor no modifica el valor energético de los aceites, proporciona 9 calorías por gramo.
- Las harinas engordan
El consumo moderado de este grupo de alimentos (arroz, pasta, legumbre, patatas, cereales, pan) es necesario para conseguir una dieta variada, sana y equilibrada. En una dieta hay que controlar las cantidades de éstos en cada una de las comidas. Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía y al restringirlos podemos sentir cansancio, fatiga, irritabilidad y menor resistencia a la actividad física.
- Comer rápido engorda
Falso. Suele ocurrir que un comensal veloz suele ingerir mayor cantidad de comida, pues no da tiempo a que la sensación de saciedad o plenitud empiece a funcionar. Es el consumo excesivo de calorías lo que engorda.
- La obesidad se hereda
Los hijos de padres obesos tienen mayor riesgo de obesidad. Sin embargo, el estilo de vida, el sedentarismo y la ingesta inadecuada es lo que dará lugar a la obesidad.
- La versión integral de los alimentos es menos calórica
Falso. Tienen las mismas calorías. Lo que tienen es mayor cantidad de fibra, es decir, mayor poder saciante.